Imagínense un hombre con escote o con minifalda, esta imagen más que risible puede resultar patética y es que me imagino al estereotipo de macho cavernícola, a un nobo a un mephisto a un belfa con esa vestimenta, resulta conveniente comenzar este escrito con esa analogía porque lo que les quiero transmitir fue lo que me sucedió justamente ayer, me dirigía como de costumbre a mi clase de la noche, un día como cualquier otro con la única diferencia que habían publicado los listados con las materias que estaban copadas y la lista de espera para los estudiantes que no habían logrado inscribirse, para ser breve resulta ser que uno de estos profesores con los cuales preferiríamos no cursar jamás, le había aprobado la materia a una compañera, me resulto sumamente curioso el hecho de que esta compañera que no sabe ni siquiera que es un bien giffen ( lo cual es comprensible si estudiara ingería civil) hubiese obtenido esa calificación hablando con ella resulta ser que obtuvimos las mismas calificaciones marcianas por nuestros trabajos, pero si yo comprendo perfectamente todo lo referente a la teoría del consumidor, porque yo precisamente salí peor al sumar todas mis notas, no creo que un profesor universitario en una materia numérica se equivoque en la suma, pero cuál es la diferencia que tuvo ella que no tuve yo, en ese momento la vi comentando que le había tocado una profesora para contabilidad, decía que esa profesora era una “hija de puta” que de seguro rasparía, fue ahí cuando entendí ella siempre tuvo dudas al final de clase, ella siempre llamaba la atención ella siempre decía tonterías solo para que la tomaran en cuenta y curiosamente siempre vistió en minifalda con escote.
Me imagine como me vería tratando de ser amigable con esta especie de viejo verde, o más cómico aun echándole los perros a cualquiera de mis profesoras, sin duda el resultado en cualquier caso hubiese sido feo, esto enlaza con la imagen de Jennifer López en la película enough que veía mephisto una de estas noches, muchas veces las mujeres se quejan del mundo que las rodea pero ellas tienen las armas para controlarnos, por un lado tratan de verse rudas capaces y por otro no quieren vivir los horrores propios del ser humano, buscan un trato especial por su condición, pero cuando simplemente les toca por igual, salen las faldas los escotes y como diría myself la ropa interior, lo único que me gusta de esta situación es que ciertamente no estoy exento y antes de querer poder obtener los mismos beneficios que una mujer, prefiero simplemente dejar que me utilicen aun si al final del camino termino cual bagazo de maíz en la papelera.
Lo confieso ayer tuve que llegar a esta reflexión para concluir que entiendo al profesor, a mi también me gusta mirar y sacarle provecho, estas mujeres me roban el aliento por eso quise hacer mención comenzando por lo que me paso ayer, tal día como hoy hace una semana abrí la puerta a un mundo que no conocía, bastante ajeno para mi y deje entrar en mi vida blogera a varias de estas mujeres roba aliento, es cierto es difícil de digerir como un post quizás con ira por las artimañas de esta fémina , se convierte en un profundo agradecimiento a todas las mujeres que sin saberlo tienen peso en este solitario demonio, que sin tener que usar escote o falda, muchas logran cautivarme en un chat con una llamada y aunque no las puedo ver tienen sus argumentos, esas son peores porque me roban el corazón aun sin poder tenerlas, esas representan mayor peligro porque me hacen vulnerable y entre risotadas me leen cual libro abierto, este post tiene también un nombre y un apellido dice mucho sin decir nada, por eso una y mil veces las quiero patéenme háganme sufrir haláguenme con su indiferencia, critíquenme sin corazón las invito a usarme a despreciarme a maltratarme, sin eso no seria yo, quizás no obtenga un final feliz pero me divertiré en la caída Ah mujeres cuanto me gustan (Suspiro) =).